Condenados por los libros

Libros abandonados, nadie los leerá, fueron reemplazados por el dios virtual,
un niño se sienta frente a un libro esperando jugar, pero el libro no le habla, que desilusion,
sus letras grises no llaman la atención de quel que en la vida busca color y se dejan timar,
por pantallas planas o un celular.
El viejo de la esquina cierra la cortina de metal, ya nunca la volverá a levantar,
asi quedaron los libros sus tapas gruesas cortinas son, ya nadie las levanta colosal esfuerzo es,
son mundos perdidos enterrados en el papel...
Si la internet era para abrir conocimientos y almacenar más información, pero nos llenan el cerebro
con un virus que recién se descargó,
si tomaran los libros y quisieran leer, oh! infinito seria su poder,
imaginando y soñando otros mundos podríamos querer cambiar nuestra realidad,
pero prefieren mantenernos dormidos en el reality de hoy...
nadie leerá este poema, porque un libro lo sepulto.


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