Historia de la mariposa y el papel

Cayendo te vi... volé a tu lado, su
be conmigo, dejaremos que el viento nos eleve, el sol era brillante y me encandilaba, rendido ante su blanca pureza permanecí inclinándome una y otra vez, para que el sol no quemara sus alas, para que la brisa no te llevara lejos, una espiral entorno a ti para suavizar la caída... mis alas no podían asirte, que ganas de tener brazos y tomar tu mano firmemente atravesando las es
pumosas nubes, pero unas gotas como lagrimas, hicieron tu cuerpo pesado, caiste separándote de mi, no pude alcanzarte, tuve miedo de perderme y en mi vacilación no volví a divisarte ¿podrás perdonarme por eso?, sé que el polvo de mis alas se adhirió a tu cuerpo, una parte de mi se quedo contigo, pero los pétalos y las gotas confundían mis sentidos, estático mi vuelo en el atardecer... ahora subo con urgencia a la brillante luna, si logro proyectar mi sombra en ella aunque me consuma, ¿podrás, donde te encuentres, mirarme por ultima vez? ...








Mientras miraba por la ventana de mi edificio, vi un papel cayendo agitado por el viento, mientras una mariposa se acercaba una y otra vez, casi rogandole que volviese a la vida, que desplegara sus alas y volara con ella...

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